Cuenta la leyenda de «La Chancha de San Sebastián», que San Sebastián era un campo con un cuartel general.
También se dice que en la ciudad de San Sebastián, se encuentran las cenizas del General Trinidad Cabañas.
La leyenda da origen en la Iglesia de San Sebastián que queda en el Municipio de Comayagua.
Historia de la Chancha de San Sebastian
Todo comenzó cuando unos jóvenes salían de una cantina, algo tomados.
Estos jóvenes hablaban de la misteriosa leyenda, y que ellos no le tenían miedo a nada de eso.
Los jóvenes se sentaron en la acera, y escucharon que alguien se acercaba.
Y cada vez eran más rápidos los pasos, cuando se percataron que no era una persona, si no una chancha.
Empezaron a jugar con ella, mientras el animal chillaba.
Estos jóvenes que estaban tomados, le preguntaron a la chancha «¿De donde venís chancha?»
y la chancha contesto «De comerme un recién nacido».
Los jóvenes se quedaron viendo, helados. Mientras la chancha se reía de ellos.
Salieron corriendo y gritaban «¡Auxilio, auxilio, nos persigue una animal diabólico!»
Lograron llegar a una casa y los dejaron ingresar, los jóvenes asustados por la chancha.
Uno de ellos empezó a sentir calentura, y asustado por la situación se arrepentían de todo lo hecho.
Se corrió el chisme por todo el pueblo de San Sebastián de Comayagua.
Los habitantes del pueblo empezaron a tomar sus medidas y cuidar a los recién nacidos.
Luego, una pareja que tenían un bebe recién nacido, de 3 días.
Escucharon golpes y chillidos de una chancha en su puerta.
Comenzaron a alumbrar con un candil a la chancha y el animal se fue huyendo.
Esa misma noche se dice que la chancha se e metió en un solar y abrió con sus patas la puerta de una cocina.
Al día siguiente se escuchaban llantos en esa casa…
¡Que miedo!
Se dice que la chancha de San Sebastián, había desaparecido a un bebe de 3 días de nacido.
Algunas parejas acudían a las señoras protectoras del pueblo, para que le cuidaran a sus niños.
Se dice que la chancha solo buscaba a los recién nacidos debido que era el alimento del mal.
Al poco tiempo la chancha intento volver a atacar, y comenzó a golpear con las patas la puerta de la única pareja con un bebe recién nacido.
El hombre de esa casa con un machete protegió a su familia y logro darle a la chancha.
La chancha huyo y se desapareció del pueblo con un machetazo en el lomo.
Lo curioso es que al día siguiente encontraron en el pueblo una mujer con un machetazo igual al que el hombre le había dado a la chancha.
Tirada en la calle del pueblo y herida, fue llevada a su casa y ahí murió.
Los vecinos espantados descubrieron en la casa de Doña Toña, la mujer herida, esqueletos de niños.
y así fue la leyenda de «La Chancha de San Sebastián»
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