La leyenda de la mula herrada, es el relato que cuenta que en horas de la noche usualmente se oye como si alguien estuviera galopando una mula.
Pero quienes la logran ver, se llevan una sorpresa ya que la encuentran sin jinete, pero ensillada. La mula va tan desenfrenada que provoca chispas cuando sus herraduras rozan con las calles empedradas.
Según cuentan tiene relación con Don Álvaro Sánchez, un hombre que se afano en el juego de cartas y dados hasta el punto de perder toda su fortuna.
Usualmente era visto en las casas de juegos del barrio de Tegucigalpa, con su mula parda y siempre la dejaba amarrada mientras pasaba horas seguidas apostando y divirtiéndose.
Tiempo después, empezó a llegar sin su mula a la casa de juego y dejarla en casa. Pero, ella siempre llegaba al lugar donde Don Álvaro jugaba a la medianoche.
Tiempo después, Don Álvaro murió y la mula desconcertada seguía asistiendo a la medianoche para buscar a su amo, sin tener suerte.
Luego, dos meses después, la mula murió, pero su espíritu continúa deambulando a la medianoche por las calles empedradas generando pánico en los habitantes.
Algunos describen a la mula herrada así como aparece en la imagen, un hibrido con aspecto de mujer, que al galopar saca chispas ya que tiene herraduras en las patas.
¿A ti, ya se te apareció la mula herrada?