La Quema del Año Viejo es una tradición muy popular en Honduras en la época navideña, en especial a final de año. El Año Viejo es un monigote que representa el año que termina. Este es elaborado con diferentes materiales, dependiendo de la región donde se haya hecho. Generalmente es de cartón o papel, relleno de paja o aserrín, y vestido con ropa vieja. Algunas personas le ponen fuegos artificiales para ser quemado a la medianoche del 31 de diciembre.
Originalmente, esta tradición proviene de Ecuador, donde es una de las prácticas más importantes del año. Pero la costumbre se fue popularizando en distintos países de Latinoamérica, desde México hasta Uruguay y algunas regiones de América del Sur.
Por lo general, la incineración a la medianoche del 31 de diciembre es un ritual para alejar la mala suerte o las energías negativas del período que termina, y a la vez, recibiendo la llegada del nuevo año.
Origen de la Quema del Año Viejo
En la mayoría de los países Latinoamericanos, el Año Viejo, se atribuye a un origen hispánico, provenientes de antiguos rituales paganos europeos. En Ecuador, específicamente, se atribuye a la época de la conquista, ante una pandemia de fiebre amarilla, y como medida sanitaria se confeccionaron atados de ropa de los fallecidos con paja y así, ahuyentar la peste.
Realmente no se puede decir con exactitud cómo se originó esta tradición, pero es sin duda, una forma muy linda de celebrar la época navideña en nuestro país.
¿En tu casa realizan esta divertida tradición?